En el pueblo de mi madre, en Huercal Overa (Almería), en Semana Santa se preparan platos especiales para los días de cuaresma con bacalao, que curiosamente, de niña no me gustaban nada y ahora me encantan. Era difícil tapear para mí cuando íbamos a ver a mi abuela porque lo más típico eran platos que yo no suelo comer: sangre frita, hígado a trocitos, masa-morcilla, conejo, oreja de cerdo…, todo alimentos que no probaba, por eso acabe acostumbrándome a las habas frescas con bacalao y a estas tortitas de bacalao, aunque no sabía hacerlas, ha sido mi amiga Nati quien me ha enseñado a hacerlas al modo tradicional.
Ingredientes: 1 cebolleta muy picada, 100 gramos de migas de bacalao desalado en gascas, perejil muy picado, 1 huevo, 100 gramos de harina, agua caliente (la que admita la masa hasta tomar la consistencia de una masa que al cogerla con la cuchara se escurra lentamente) y aceite para freír.
Preparación: En una fuente ponemos la harina, añadimos la cebolleta, el perejil y el bacalao, ponemos entonces la yema del huevo y mezclamos, añadimos a continuación la clara del huevo a punto de nieve y por ultimo el agua caliente con cuidado y poco a poco, moviendo hasta que la masa tenga una consistencia necesaria para ir tomando porciones de masa con una cuchara y poniéndolas en el aceite caliente, donde las freímos por ambos lados y las ponemos en papel absorbente, y listas para comer.
Cromoterapia: Es un plato que induce a pensar, a veces demasiado, por eso hay que tomarlo con precaución si no queremos caer en la melancolía.
Fuente: comidaparauno.blogspot.com
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